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Comercio exterior en tiempos de COVID-19

La pandemia y emergencia sanitaria del COVID-19 trajo consigo una inédita crisis socioeconómica a nivel mundial. Las últimas previsiones realizadas por el Banco Mundial en enero de 2021 proyectan un decrecimiento en la economía global de 4,3% y para América Latina y el Caribe de 6.9%, además de un fuerte incremento del desempleo y pobreza.

El comercio exterior es una de las actividades que más se ha visto afectada durante la evolución de la pandemia. De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC), hasta octubre de 2020 el comercio mundial fue 5,4% menor al del mismo período en el 2019. A pesar de esto, durante el tercer trimestre de 2020 el comercio se incrementó 11,6%, después de haber caído cerca del 13% en el segundo trimestre debido a las medidas de confinamiento adoptadas por los gobiernos al alrededor del mundo para contener los contagios de COVID-19.

El comercio representa el 45% del PIB de la región

En América Latina y el Caribe el comercio exterior de bienes y servicios es un importante motor económico y ha representado los últimos diez años cerca del 45% del producto interno bruto (PIB) de la región. Las exportaciones regionales de bienes están compuestas en su mayoría de commodities energéticos, minerales y agropecuarios y bienes manufacturados, principalmente automóviles.

Como consecuencia de la pandemia, la demanda mundial de bienes y servicios se vio afectada, resultando en una reducción anual de las exportaciones de mercancías en la región de 13,2% hasta septiembre de 2020. En el mismo período, las importaciones se redujeron en un 19%, debido a la disminución de la demanda de bienes y servicios no esenciales por parte de hogares y empresas latinoamericanas, sobre todo en los meses de mayor confinamiento. Al ser mayor la reducción de las importaciones, la región registró un superávit comercial de cerca de USD 30.00 millones de dólares hasta septiembre de 2020.

A pesar del saldo comercial positivo, la reducción de las exportaciones tanto en volumen como en precio tuvo un importante impacto en el sector público y privado de los países latinoamericanos

Drástica caída del precios de hidrocarburos

Países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Trinidad y Tobago y Venezuela, cuyas exportaciones principales son los hidrocarburos o bienes energéticos vieron caer el precio de este tipo de commodities en más de un 60% entre enero y abril de 2020. Al ser estos productos parte de los ingresos estatales en varios de los países mencionados, existieron complicaciones de índole fiscal que coincidieron con la necesidad de incrementar el gasto público para enfrentar los efectos de la pandemia. A pesar de una recuperación en el segundo semestre del año, los bienes energéticos cerraron el 2020 con una reducción anual en su precio de aproximadamente 16%, de acuerdo con cifras del Banco Mundial.

En el caso de los minerales, las principales exportaciones de Chile y Perú, los precios se redujeron en un 15% en el primer cuatrimestre de 2020. El cierre temporal, y en muchos casos permanente de industrias manufactureras alrededor del mundo durante los primeros meses de la pandemia, repercutió en la reducción de la demanda de minerales como el cobre. Al igual que en el caso de los hidrocarburos, los precios de los metales se recuperaron en la segunda mitad del año incrementándose un 28% al finalizar el 2020.

Los productos agropecuarios

Los productos agropecuarios son las principales exportaciones de Argentina, Paraguay y Uruguay, y además son el principal rubro de exportación no petrolera o minera en la mayor parte de países de la región. A pesar de que el año 2020 cerró con un incremento anual de 15% en los precios de bienes agropecuarios, durante los cuatro primeros meses del 2020 los precios de los principales commodities agrícolas registraron una caída de 10% a nivel mundial.

Considerando que la producción agropecuaria de la región es el principal sustento de las zonas rurales latinoamericanas, la reducción en los precios y el volumen exportado de bienes agropecuarios sin duda generó un incremento en el desempleo, informalidad y pobreza.

A pesar de que la pandemia continúa evolucionando y para la fecha de este artículo se ha acelerado el incremento en el número de contagios y muertes a nivel mundial, existe optimismo para la recuperación económica en el 2021 con la paulatina vacunación de la población. En América Latina y el Caribe la reactivación económica debe tener como una de sus prioridades la reactivación del comercio exterior, sobre todo de las exportaciones, debido a su importancia en las zonas rurales de la región.

El reactivar el comercio debe ser visto también como una oportunidad para mejorar y diversificar la matriz exportadora latinoamericana, impulsar el comercio regional, modernizar el sector agrícola, generar exportaciones con mayor valor agregado e innovación tecnológica y con menor dependencia de variaciones en los precios internacionales.


Episodio relacionado de nuestro podcast:

Foto de JAXPORT en Foter.com / CC BY-NC

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Economista. Profesor en la Universidad de las Américas - UDLA (Ecuador). Máster en Economía. Candidato a Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid. Especializado en macroeconomía, comercio exterior y políticas públicas.

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