Durante los últimos días el entorno político argentino ha sido conmocionado por la imputación de la fiscalía contra el expresidente Alberto Fernández por violencia doméstica. Un tema que si bien no ha eclipsado totalmente la crispación política y las tensiones entre el Ejecutivo y Legislativo, tiene un impacto considerable sobre la oposición al gobierno de Milei. Si bien la investigación judicial por “lesiones graves” y “amenazas coactivas” sigue su curso, con el paso de los días se han publicado nuevas imágenes por parte de la ex primera dama Fabiola Yáñez, que comprometen a Fernández quien ha reiterado su inocencia.
Según el testimonio de la propia ex primera dama, los tratos abusivos se dieron desde antes de ser presidente, los cuales . Si bien nunca llegaron a casarse, tuvieron un hijo y estuvieron juntos por más de una década antes de la reciente separación. Cabe destacar que las acusaciones fueron sucediendo después de que los investigadores encontraran fotos de Yáñez con un moretón en el ojo y un brazo en el teléfono de la exsecretaria de Fernández. Dispositivo móvil que se estaba revisando a propósito de otra investigación sobre presunta malversación de fondos, contr el propio Fernández.
Poco después de la filtración del material a los medios de comunicación, Yáñez presenta la denuncia formal en la que ofrecía detalles de estos episodios de violencia contra ella y su círculo de allegados. Toda una conmoción que no solo ha provocado el rechazo de todos los sectores político, sino que reafirma la narrativa denostativa del propio Milei sobre los comportamientos abusivos de la «casta» política. Lo cual además tiene especial resonancia ya que el propio Fernández aseguraba conducir un gobierno comprometido contra todo tipo de violencia contra la mujer.