En tiempos de encuestas adversas, cuestionar la soberanía territorial de un país vecino es el combustible perfecto para cuidar la estabilidad interna. Petro le sigue los pasos a Maduro y Evo Morales.
Se trata de un proyecto independentista con políticas que proyectan expresiones xenófobas contra quienes, supuestamente, no se integran en la comunidad organizada. Un acomunidad que ensalza exclusivamente lo diferente sobre la base de una constante manipulación de la historia.
Los grandes adversarios ideológicos del ‘nacionalismo’ están hoy en crisis, al igual que la idea de la ‘globalización’. Esto abre la puerta al retorno de visiones culturales nacionales, en algunos casos empaquetadas dentro de dimensiones civilizatorias.