En América Latina la generosidad abunda, pero gran parte sigue siendo invisible; transformarla en una cultura de dar sostenida es clave para construir comunidades más fuertes.
Los países nórdicos pueden desempeñar un papel clave en el acercamiento entre Europa y América Latina ya que no tienen una “carga colonial” directa y el “modelo nórdico” es bien visto por amplios sectores de la sociedad latinoamericana.