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Durante esta semana la política colombiana ha estado marcada, por la decisión del Presidente de transmitir por televisión el Consejo de Ministros, como una estrategia de contener las diferencias internas. Sin embargo, este cálculo resultó en un lamentable contencioso televisado del gabinete de Petro, pues sus ministros no desaprovecharon la ocasión para ventilar sus diferencias. Discrepancias provocadas principalmente por el controversial nombramiento de Armando Benedetti como Jefe del Gabinete.
Figura polémica implicada en casos de corrupción, tráfico de influencia y hasta demandas por violencia intrafamiliar. Lo cual supuso reacciones y hasta renuncias de varios ministros, como el caso de Jorge Rojas, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y el ministro de cultura Juan David Correa. Un nombramiento que el propio Petro defiende, ya que cree que su figura pudiera conseguir consensos con segmentos conservadores en el Congreso. Sin embargo, esta decisión ha erosionado la cohesión del Pacto Histórico
Las seis horas que duró el encuentro, no se mostraron logros sino principalmente las fisuras internas del Poder Ejecutivo colombiano y en buena medida la precaria capacidad de consolidar un equipo de gobierno. Hay que tener presente que en 29 meses de gestión se han dado 42 cambios de ministros, una inocultable anomalía en la historia política colombiana. En este contexto, cabría preguntarse ¿cuál será el alcance de estas fisuras en el gabinete de Petro? ¿cómo podrá el Presidente justificar que sí tiene capacidad para gobernar en Colombia? y en especial ¿cómo hacer creíble un ambicioso proyecto político con tan notoria falta de resultados?