Del mismo modo que hoy se reabren debates en torno al comercio internacional, se pone en evidencia la fragilidad de ciertos consensos que dábamos por sentados.
A pesar de la importante evidencia de cómo la cooperación y la ayuda al desarrollo han traído estabilidad y prosperidad al mundo, el 0.1% más rico ha decidido que esa era ha llegado a su fin.
A pesar de que el crimen organizado ha sido una preocupación mundial persistente, la falta de consenso entre los Estados ha obstaculizado los esfuerzos para abordarlo de forma efectiva.
Las organizaciones transnacionales de partidos, a pesar de no ser popularmente reconocidas, han crecido y pueden convertirse en una esperanza para hacer frente a los discursos autoritarios de izquierdas y derechas.
La interrupción de la red mundial el 18 de enero de 2012 no se debió a un problema técnico, fue un acto político impulsado por miles de plataformas digitales.