Colombia encara su pasado con dos fallos históricos de la JEP contra ex líderes de las FARC y oficiales del Ejército, que reconocen sus crímenes en busca de verdad, justicia y reconciliación.
A pesar de contar con menos de quince miembros, el Ejército del Pueblo Paraguayo ha logrado mantenerse activo durante diecisiete años, desafiando al Estado y evidenciando las fracturas sociales del norte del país.
Abimael Guzmán, el líder y fundador del grupo armado Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, fallecía el pasado sábado a la edad de 86 años, tras pasar tres décadas en prisión por ser el responsable de la muerte de más de 35.000 personas.
El hecho que la exguerrilla pudiera participar en política o ser juzgada por un instrumento como la Jurisdicción Especial para la Paz, justifican por sí mismo la superioridad moral de preferir un Acuerdo imperfecto a proseguir con un conflicto armado inconmensurablemente violento.
El ELN se encuentra en una situación cómoda, de reacomodo territorial y operativo, y respecto de lo cual, Venezuela sirve de escenario invaluable. Ello, habida cuenta de las ventajas estratégicas, de repliegue y de obtención de recursos que proporciona a la guerrilla, y que a su vez desincentiva cualquier marco negociador.
Nos encontramos ante múltiples guerras que encabezan y desdibujan una violencia cada vez más difícil de caracterizar. Toda esta violencia sigue aconteciendo en la Colombia olvidada, periférica y cocalera, en donde el acuerdo de paz y cualquier atisbo de aplicación siguen siendo hoy una mera quimera.