Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México
En este proceso electoral hay un actor beligerante: el crimen organizado que todos los días da lo nota en diversos estados con sus asaltos, incendios y extorsiones.
En sociedades democráticas el papel de los medios de comunicación resulta estratégico para conocer las tramas de corrupción transparencia y rendición de cuentas en política.
El pasado 11 de junio, el Consejo Nacional de Morena se reunió en la Ciudad de México para legitimar el mecanismo mediante el cual se elegirá al candidato a la Presidencia.
Los ministros de la Corte han desechado esta semana la primera parte del plan de López Obrador para la reforma electoral y han dado la razón jurídica a la oposición.
El anuncio del Departamento de Justicia de los Estados Unidos es una sacudida para el gobierno mexicano, sin embargo, de momento esto no afecta la coyuntura electoral.
El oficialismo presentó una iniciativa de reforma para que la próxima elección de rector de la Universidad Nacional Autónoma de México no se celebre como ha venido sucediendo desde 1945.
El crimen organizado, aunque no es un actor convencional de la lucha electoral, está en campaña y como solo sabe hacerlo, a través de la violencia en sus diversas manifestaciones.