Doctorando en Ciencias Sociales con orientación en Política y Tecnologías digitales. Docente universitario en área de Ciencia Política y Gobierno en la Universidad Autónoma de Querétaro. Miembro de WAPOR Latinoamérica.
La polarización afectiva, ya arraigada en México y la región, está erosionando las instituciones y convirtiendo el disenso democrático en un conflicto emocional que dificulta el diálogo y la convivencia cívica.