El Salvador vive el colapso de su sistema democrático posguerra, mientras Bukele concentra poder bajo un modelo autoritario legitimado por la promesa de seguridad.
La acelerada deriva autoritaria de Estados Unidos bajo la administración Trump plantea graves riesgos para la democracia y la estabilidad en toda América Latina.
Desde 1970 a 2025 25 expresidentes latinoamericanos fueron sometidos a procesos judiciales. ¿Qué demuestra esta tóxica relación entre el ejercicio del poder y el cumplimiento de las normas? ¿Hay soluciones posibles?
El deterioro democrático se agudiza con un crecimiento demográfico desbordado y una agenda pública cada vez más compleja, dejando a la ciudadanía entre la perplejidad, la polarización y la desinformación.
Con la aprobación de la reelección indefinida, Nayib Bukele consolida su poder absoluto y empuja a El Salvador hacia su mayor retroceso democrático en décadas.