Javier Milei se convierte en referente simbólico para los candidatos opositores que apelan al malestar económico y prometen una ‘motosierra’ para recortar el gasto estatal en un país cansado de casi 20 años de gobiernos de izquierda.
La Bolivia actual evidencia un Estado debilitado, cooptado por redes ilegales y sin capacidad para hacer cumplir la ley en vastos territorios del país.
De cara a las elecciones, una buena parte del poder se repartirá entre las tres facciones del MAS, cuyos principales líderes ven cómo sus opositores se destrozan y anulan mutuamente.
De cara a las elecciones generales del 17 de agosto, más de una docena de precandidatos a la presidencia prometen resolver la crisis económica y sacar al MAS del gobierno.