El Grupo de Puebla se equivoca al creer que la crisis del progresismo es un mero asunto de unidad. La crisis tiene dos lastres que la están llevando al abismo: su obsesión por la perpetuación en el poder y la corrupción e ineficiencia estatal.
La inhabilitación de la reelección de Evo Morales por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional ha ocasionado la furia del expresidente y hoy opositor, quien ha ordenado a sus seguidores bloquear caminos en varios puntos del país.
En el reciente congreso del MAS se ratificó como jefe nacional y declaró único candidato a las presidenciales a Evo Morales y se expulsó al presidente Luis Arce.
En el sistema de justicia boliviano abundan los interinatos, la incertidumbre en el nombramiento de las altas magistraturas, las designaciones cuestionadas de jueces y fiscales y las deficiencias del sistema penal.
El carácter plurinacional de Bolivia es una creación ideológica. Atención: no es ni más ni menos que la unidad de la nación boliviana. Dicho en términos posmodernos, ambas son construcciones sociales.