La crisis climática golpea a América Latina con una fuerza desproporcionada, revelando una región cada vez más vulnerable y un mundo que no está cumpliendo sus propias promesas.
En América Latina, el cambio climático se ha convertido en un motor de desplazamiento humano y desigualdad, afectando especialmente a las mujeres y poniendo a prueba el compromiso regional.
Los líderes latinoamericanos mostraron una postura crítica y diversa frente a los desafíos globales, desde la guerra en Gaza hasta la crisis climática y la gobernanza internacional.
El cambio climático, la mayor externalidad negativa de la historia, golpea con fuerza a América Latina: agrava la desigualdad, amenaza los bienes comunes y exige una acción colectiva urgente para evitar una tragedia global.
Los grandes fondos financieros y gobiernos que prometieron liderar la lucha climática hoy retroceden, priorizando negocios fósiles y debilitando los compromisos globales.