La próxima Cumbre UE-CELAC pondrá a prueba si ambas regiones pueden transformar un pragmatismo interesado en una alianza que realmente responda a prioridades compartidas.
Las relaciones entre China y América Latina han adquirido una relevancia creciente desde principios del siglo XXI, en un contexto de profundas transformaciones en el orden internacional.
Este es buen momento para hacer una ruptura con el pasado y rescatar las trayectorias nacionales y populares latinoamericanas, tan frecuentemente avasalladas por intereses económicos extranjeros, pero dentro del marco de un diálogo interamericano positivo y maduro.
Tras dos décadas liderando el proceso de integración sudamericano y latinoamericano, la ausencia de Brasil en la Cumbre de la CELAC expresa un aislamiento regional sin precedentes.