El nuevo gobierno podría engendrar una forma de nacionalismo económico caracterizado por el proteccionismo comercial, desregulación masiva de los sectores de finanzas digitales e IA y un apoyo inquebrantable a los combustibles fósiles.
Ese tipo de políticos enamoran, no porque sus votantes esperen cambios significativos en los aspectos sustantivos de sus vidas, sino porque su función principal es la de castigar al establishment.
Panamá es uno de los eslabones más débiles en la cadena de la globalización cada vez más cuestionada que ahora el MAGA amenaza directamente para conseguir sus objetivos.
Los resultados de las elecciones pueden verse como una reacción antiprogresista que ya venía mostrándose en la opinión pública, según las encuestas, y en el comportamiento de las audiencias.