El biomimetismo abre camino a arquitecturas de IA más eficientes y sostenibles. América Latina, con el 60% de la biodiversidad global, posee ventajas estratégicas para liderar esta transición, siempre que fortalezca infraestructura, regulación y cooperación científica regional.
El desafío es monumental: ¿cómo equilibrar la innovación, la soberanía nacional, los derechos fundamentales y la seguridad jurídica sin caer en el viejo dilema del "jeitinho"?
Los países de la región necesitan una política que absorba las tecnologías de la Industria 4.0 existente. De lo contrario, nuestra mano de obra cualificada tendrá que elegir entre emigrar, desarrollar labores por debajo de su potencial o trabajar para empresas extranjeras.
Los proyectos de ley para regular el marco legal de la inteligencia artificial en Brasil son pasos clave para establecer límites públicos y garantizar derechos mínimos en el uso de estas tecnologías.
Los oficios manuales tienen más posibilidades de sobrevivir en el mercado laboral, por lo menos a mediano plazo, ya que presentan desafíos únicos que la IA y la robótica actualmente está lejos de superar.