Los oficios manuales tienen más posibilidades de sobrevivir en el mercado laboral, por lo menos a mediano plazo, ya que presentan desafíos únicos que la IA y la robótica actualmente está lejos de superar.
La ley de IA que acaba de ser aprobada por la Unión Europea prohíbe el uso de sistemas de identificación biométrica en tiempo real en espacios públicos con fines de seguridad, salvo excepciones.
Las herramientas de inteligencia artificial que utilizan como fuente textos que consagran prejuicios raciales o lógica sexista reproducirán estos sesgos como sabiduría convencional.
l cambio avanza más rápido que las respuestas, y entre los múltiples problemas que esto puede ocasionar en nuestras débiles democracias se encuentra el impacto sobre el voto informado.
Son muchos los desafíos para integrar a la inteligencia artificial en los procesos institucionales y la ingeniería política, y no hay consenso respecto de sus ventajas. Esa lectura de arma de doble filo condicionará las innovaciones y alimentará las demandas por regulación externa.
La IA, y más aún con su modalidad generativa, interviene sin necesidad de recurrir voluntariamente a ella, de modo que las personas pueden ser manipuladas por motivos tanto comerciales como de control social.