Además del respaldo absoluto de los autócratas Maduro, Díaz-Canel y Ortega a la invasión rusa, los gobiernos de izquierda de Lula da Silva y Petro también han consentido la invasión de este régimen de ultraderecha.
Se realizaron las elecciones generales en Rusia y todo salió tal cual se planificó desde el Kremlin. Putin a sus 71 años comenzará a transitar su quinto mandato como presidente y la constitución prescribe que podrá ser nuevamente reelecto si también triunfa en las siguientes elecciones.
La libertad no sería más que una quimera hoy sin figuras como Navalni. De nosotros depende que dicha posibilidad no termine consumándose en la realidad.
Las democracias del siglo XXI no pueden ignorar las lecciones de las campañas de desinformación de la Guerra fría, reformuladas por sus enemigos autocráticos en la actual era digital.
Rusia ha sido un aliado crucial de Venezuela a lo largo de su compleja crisis, con la que ha establecido sólidas relaciones políticas, económicas y culturales.