Aunque la oposición ha sorteado con gran flexibilidad los ataques del gobierno y se mantiene en competencia, estamos ante una elección en la que claramente se violan las más fundamentales garantías democráticas.
Aunque la elección se perfila como la menos competitiva en la historia reciente del país, como consecuencia del ventajismo del gobierno, existe una posibilidad real de que la oposición obtenga más votos que el gobierno.
No es casualidad que, después de tantos años ignorando el tema migratorio, se anuncie la creación de una dependencia pública para esta problemática en medio de la campaña.
En Venezuela, las condiciones electorales de cara a la próxima votación son incluso peores que en 2021, y el apoyo popular a la oposición es mucho más contundente.
La observación electoral intervenida o politizada es una herramienta usada por los regímenes autocráticos para intentar comprar legitimidad y contrarrestar los efectos de las organizaciones independientes.