América Latina es una de las regiones más diversas del mundo con más de 800 Pueblos Indígenas que suman en torno al 8 % de la población de la región. Según el Banco Mundial esta población soporta graves carencias, ya que más del 40 % sufren pobreza relativa y una falta de reconocimiento cultural, un insuficiente acceso a instancias decisorias, unido a una gran discriminación. Estos desafíos se extienden al acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), donde las brechas digitales y la escasa representación de contenidos indígenas perpetúan desigualdades, lo que evidencia la necesidad urgente de procesos de descolonización digital y de inclusión de estas cosmovisiones en el desarrollo tecnológico.
Saberes ancestrales y territorios vitales para la sostenibilidad ecológica
Los Pueblos Indígenas disponen de un amplio y diverso acervo cultural con una multiplicidad de lenguas, conocimientos ancestrales, y tradiciones que se traducen en soluciones de salud, alimentación, y agricultura, entre otras. Y a su vez, incluyen formas de relación armónica con el ambiente en una coyuntura de una profunda crisis ecológica. Estos gestionan o tienen derechos sobre territorios que ocupan una cuarta parte de la tierra y estos territorios contienen el 37 % de las tierras naturales que quedan en todo el mundo, con un tercio de los paisajes forestales intactos del planeta.

A su vez, el declive de la biodiversidad es mucho menor que en otros lugares, y la probabilidad de que estos territorios se dediquen a la agricultura intensiva es mucho más baja, al igual que cuentan con menores focos de deforestación. En términos de vida, más de 2500 especies de mamíferos tienen más del 10 % de sus hábitats dentro de estos territorios indígenas. Por lo tanto, si bien los Pueblos Indígenas enfrentan diversas carencias, también poseen conocimientos, prácticas y saberes ancestrales que resultan esenciales para la sostenibilidad ecológica y la preservación de la vida, constituyendo así un patrimonio ambiental de gran relevancia.
La brecha digital agudiza la desigualdad
En relación a las TIC los Pueblos Indígenas se encuentran con varias barreras como es la brecha de conectividad, el deficiente acceso y uso de herramientas digitales, la presencia de sesgos algorítmicos, y la falta de soberanía de datos. A esto se suma la baja presencia indígena en la creación de contenido dentro de estas tecnologías.
Según el informe de la UNESCO “Inteligencia Artificial centrada en los Pueblos Indígenas: Perspectivas desde América Latina y el Caribe” (2023), estos sistemas tienden a reproducir ontologías y epistemologías coloniales, ya que amplifican conocimientos, saberes y prácticas dominantes, pero no incluyen los saberes indígenas, por lo que se concluye que es fundamental un proceso de descolonización y de apropiación local.
El informe de la UNESCO no solo destaca el predominio de ontologías y epistemologías dominantes, sino que también describe una acusada falta de lenguas. En esta línea, en el estudio de la organización Who´s Knowledge? (2022) se relata cómo solo 500 de las más de 7000 lenguas que se hablan en el mundo están representadas en internet. Es decir, algo menos del 7 %, quedando un extenso camino por recorrer para incluir esta enorme cantidad de lenguas que hoy en día no están presentes en la red.
En la actualidad se están desarrollando iniciativas que pretenden superar las barreras que tienen los Pueblos Indígenas en la inteligencia artificial y hay movimientos y organizaciones que ya están trabajando por incorporar estas cosmovisiones. Podemos destacar organizaciones como Tierra Común o el Movimiento de las Tecnologías Alineadas, que están trabajando por introducir estas perspectivas, desde un enfoque proactivo, no solo crítico, incluyendo esta diversidad cultural en la inteligencia artificial. Otras iniciativas que trabajan en esta línea son la International Work Group for Indigenous Affairs o la Alianza Global de los Datos Indígenas (GIDA).
Estos movimientos describen un enfoque que podríamos describir como un tránsito de un modelo de inteligencia artificial a un modelo de sabiduría artificial. En el caso de los Pueblos Indígenas, la sabiduría acoge un elemento que no está tan presente en la inteligencia, como es la capacidad de resolver problemas en función de una historia, de un acervo cultural y de un territorio, un concepto diferente al de inteligencia que evoca capacidades abstractas para resolver problemas complejos. Ese tránsito a la sabiduría artificial tiene un gran potencial para la preservación de las identidades indígenas y para la conservación de un patrimonio cultural y ecológico.
Otro aspecto destacable de estos enfoques es que posibilitan democratizar la inteligencia artificial, permitiendo incluir una diversidad de voces que no estaban presentes. Así, esta sabiduría artificial acogería la posibilidad de aprovechar el acervo de conocimiento ya que las tecnologías se deben adaptar a la sociedad y a su demos. Siguiendo el sentido etimológico de demos, este no solo atiende a un pueblo, sino que es un concepto que incluye una dimensión territorial, ya que los demos en la Antigua Grecia eran los distritos territoriales locales, siendo estos una de las bases de la organización política.
A nivel regional, El Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) y el International Development Research Centre (IDRC) apoyan el proyecto “Fortalecimiento de la Red de Investigación e Innovación sobre y con Pueblos Indígenas” que trabaja por consolidar una red regional de proyectos locales por medio del conocimiento, la formación y el diálogo intercultural con las comunidades indígenas en políticas públicas, tecnologías emergentes, y derechos. Este proyecto busca dar protagonismo a estas comunidades y a sus mujeres, como portadoras clave de conocimientos ancestrales que se enfrentan a múltiples barreras.
En definitiva, con el objeto de afrontar los grandes retos de sostenibilidad de la biosfera y recuperar saberes con un gran valor cultural, se debe incluir a los Pueblos Indígenas como sujetos de conocimiento y no solo como objeto de estudio, dándoles un espacio en la construcción de contenido e incorporando sus saberes al acervo de conocimiento mundial.











