La indefensión estructural impuesta por el régimen cubano ha convertido al ciudadano en rehén del Estado y en víctima permanente de violaciones sistemáticas de derechos humanos.
El exilio forzado de Luis Manuel Otero Alcántara revela el mayor temor del régimen cubano: el poder del arte y de un solo individuo para desafiar la represión e inspirar la libertad.
El argumento humanitario para retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo ignora el alto costo humano de los grupos a los que respalda.