El próximo domingo 27 de octubre, la República Oriental del Uruguay celebrará elecciones presidenciales y parlamentarias, para las que han sido convocadas más de 2.7 millones de votantes. Un entorno electoral en el que la reelección consecutiva no está permitida y en la que la coalición de izquierda el Frente Amplio pudiera retornar al poder. Todo lo cual plantea unas elecciones considerablemente competitivas, habida cuenta los crecientes cuestionamientos que ha recibido la gestión de Daniel Lacalle Pou en los últimos meses.
El estancamiento económico, la inseguridad ciudadana y las dificultades para la promoción del empleo joven, han marcado la agenda temática de la contienda tal como lo evidencian los principales estudios de opinión pública. Por otra parte, destaca las acusaciones sobre corrupción y opacidad en diferentes organismos públicos, por parte de importantes figuras de la coalición gobernante, incluyendo al propio presidente. Sin embargo, la propia oposición ha reconocido la necesidad de promover la continuidad programática como la educativa, la reforma a la seguridad social, entre otras políticas públicas.
Poco después de las elecciones primarias de junio, ya se ha desplegado una campaña muy competida y que muy probablemente implicará una segunda vuelta electoral para el 24 de noviembre, si ninguna de las candidaturas logra hacerse con el 50% de los votos. En este sentido cabría preguntarnos, ¿estamos a las puertas de un cambio político o podrá continuar el Partido Nacional el frente del gobierno en Uruguay? Esta serán algunas de las interrogantes que desarrollaremos en esta nueva entrega de Mirada Semanal.