No hay una orfandad intelectual o adormecimiento de ideas. Lo que sí existe es una mayor distracción a nuestros sentidos y una mayor concentración económica que nos impide ver nuestra humanidad bajo otras perspectivas.
En los últimos años la migración se ha vuelto una parte central de los discursos de campaña de candidatos de todo el espectro político. Y son cada vez más frecuentes las narrativas que estigmatizan a personas migrantes y refugiadas, promoviendo acciones xenófobas.