Profesor del Departamento de Comunicación de la Universidad de Ottawa. Consultor en comunicación y salud, gestión de crisis y responsabilidad social corporativa. Doctor por la Universidad de Montreal.
Cuando la democracia se debilita, la educación se convierte en blanco preferido de los gobiernos autoritarios de cualquier signo. Se restringe la libertad académica en gran parte del hemisferio.
Ni Cuba ni Venezuela eran paraísos morales antes de sus respectivas disrupciones sociopolíticas, ni tampoco eran el infierno. Eran sociedades con sus momentos virtuosos y sus momentos oscuros.
El proceso, que está en etapa de revisión preliminar, es una amenaza real para los militares y funcionarios civiles venezolanos que están acusados de presuntos crímenes de lesa humanidad.
Los gobiernos canadienses (tanto liberales como conservadores) han mantenido una política que se puede calificar de ambigua, y en muchas ocasiones de contradictoria, con respecto al régimen cubano.
El Ministerio de Salud de Venezuela no publica el boletín epidemiológico nacional desde el 2016 cuando el último informe reveló que la tasa de mortalidad infantil había aumentado un 30% en comparación al año anterior.
Aunque el constituyente tiene buenas intenciones y quiere corregir las injusticias anteriores y las que vendrán, el texto revela el afán de suprimir las bases de la democracia liberal en la que los seres humanos son iguales ante la ley
En Venezuela, la multifacética crisis social, económica, sanitaria, migratoria y educativa, y las violaciones sistemáticas de derechos humanos tapa el desastre ecológico que sigue su avance bajo la acción depredadora y corrupta del régimen de Nicolás Maduro.