La novedad de avance del sentimiento antiinmigrante contra los brasileños es que se produce en un país históricamente visto como culturalmente vinculado a Brasil.
En Brasil, el 85% de las declaraciones ambientales realizadas por los productos tecnológicos analizados son greenwashing lo que evidencia el giro conservador del sector.
La burla elimina cualquier reflexión urgente que deberíamos tener sobre las deportaciones. Al final, la risa sólo expone nuestra indiferencia ante el dolor ajeno.
La mejor manera de construir el equilibrio en las relaciones internacionales es evitar interferir en los problemas internos, porque la posibilidad de fracaso es enorme y ninguna acción intervencionista es válida, venga de donde venga.
Es urgente que Brasil adopte un enfoque antirracista en su política exterior estableciendo vínculos más cooperativos y de apoyo con los países del Sur global.