Las redes sociales y los líderes inescrupulosos arman una combinación explosiva y pueden ser un factor de erosión más en las relaciones entre los países, como lo muestra la pelea por X del presidente argentino Javier Milei con sus pares de Colombia y México.
El primer mandatario argentino no ha perdido la capacidad de fijar la agenda y establecer profundas conexiones con su electorado y que justifica los ajustes para liberar al país de “la casta”. Por el momento, esta “guerra” vence las limitaciones del bolsillo.
La lucha contra el antisemitismo debe ser parte fundamental de las reivindicaciones progresistas, así como lo deben ser la lucha en contra la islamofobia, la ocupación de Cisjordania y la violación de los derechos del pueblo palestino.
Si las simpatías o antipatías partidarias regulan los afectos y anquilosan visiones de mundo, modelos de sociedad y pronósticos sobre el futuro de modo tan opuesto, no debería ser sorpresa que cada aspecto de la vida se convierta en una trinchera.
2024 será un año definitorio para la democracia en la región. El Salvador, Panamá, República Dominicana, Perú, México y Uruguay escogerán a un nuevo presidente y serán los encargados de delinear la tendencia política de América Latina.