La Bolivia actual evidencia un Estado debilitado, cooptado por redes ilegales y sin capacidad para hacer cumplir la ley en vastos territorios del país.
La lucha eficaz contra la corrupción saca a la luz tramas que antes eran invisibles, lo que provoca un aumento artificial de la percepción del problema.
A lo largo de los años, el crimen organizado ha demostrado una asombrosa capacidad de adaptación y evolución. Ahora, la llamada “quinta ola” amenaza con llevarlo a un nivel aún más sofisticado, influyente y global.
El proxenetismo se une a la larga lista de gravísimos delitos por los que funcionarios o miembros del Parlamento peruano son investigados por la justicia.
El rciente anuncio de cancelación del acuerdo de extradición parece deberse a que el Gobierno sabía que la embajadora estadounidense actuaba para que la Justicia de su país abriera expedientes contra funcionarios cercanos a la presidenta.