A pesar de la dramática pobreza que caracteriza al país, no parece haber signos de rebeldía. Por el contrario, es entre los más pobres donde la esperanza se deposita en el propio esfuerzo y, en cierta medida, en el apoyo de un Estado.
Se les llama también “gueto rosa” como una manera de describir los límites que tienen las mujeres para avanzar en sus carreras, ya que estos trabajos suelen ser un callejón sin salida.
Una élite económica global es la que más contribuye a la crisis con emisiones de carbono, pero la que menos se responsabiliza por los efectos de la actual emergencia climática.
Las herramientas de inteligencia artificial que utilizan como fuente textos que consagran prejuicios raciales o lógica sexista reproducirán estos sesgos como sabiduría convencional.
Estamos ante una suerte de vulgarización de la lógica meritocrática que, como señala Michael Sandel, de por sí es un problema para alcanzar una convivencia colectiva que potencie la virtud cívica.
Las sociedades de los países con mayores brechas sociales tienden a reproducir sus desigualdades y su percepción sobre las mismas es menor que en países con menores brechas sociales.