Desde la izquierda, los dos últimos presidentes mexicanos han elevado al inmigrante al estatus de héroe, al nivel del viejo luchador o guerrillero antimperialista de décadas pasadas.
La victoria de Trump de regreso en la Casa Blanca puede ser la más exitosa inversión del magnate sudafricano, que pasa de ser un risk-taker a ser un king-maker.
Latinoamérica, con sistemas electorales y organizaciones administrativas muy diferentes, puede tomar algunas lecciones en materia de facilidades para la emisión del voto.
Trump tiene una comprensión muy básica e intuitiva de la política y no tiene fundamentos teóricos más profundos para sus tendencias fascistas, más allá del apoyo superficial a las ideas entre su base de extrema derecha.
Estados Unidos es la única democracia presidencial donde los votantes no escogen directamente a quien ocupará el sillón presidencial, sino que lo hace un Colegio Electoral.