En el conflicto entre EEUU y China, los gobiernos latinoamericanos no deberían tomar partido, sino guiarse exclusivamente por sus intereses nacionales y aprovechar la competencia entre las dos superpotencias.
Milani sorprendió recientemente por sus comentarios sobre la guerra de Ucrania y su entusiasta apoyo tanto a la invasión rusa como a la figura de Vladímir Putin.
América Latina, en general, se acopló al posicionamiento del sur global ante la guerra de Ucrania e inclusive ha surgido la reflexión sobre el no alineamiento activo.
La guerra en Ucrania divide la UE y América Latina. Lo que desde una perspectiva latinoamericana parece una cuestión de elección, para Europa es una cuestión de necesidad.