Bolivia inicia una nueva etapa bajo Rodrigo Paz, quien marca un giro del estatismo ideológico hacia un pragmatismo de mercado y descentralización del poder.
La humanidad debe recuperar las instituciones que han servido como equilibrio para los desfases y abusos de poder. Si no lo consigue se abre la puerta hacia la tiranía global.
Cuando la democracia se debilita, la educación se convierte en blanco preferido de los gobiernos autoritarios de cualquier signo. Se restringe la libertad académica en gran parte del hemisferio.
En el grupo que apoyó subrepticiamente a Maduro, se encuentran, lamentablemente, varias mujeres lideresas de quienes se esperaban posiciones más claras a favor del respeto a los derechos humanos.