El Tío Donald, más allá de los cómics de Disney, sigue mostrando cómo la fantasía refleja y cuestiona las relaciones de poder y la política en América Latina.
Hoy en día, al ver una bandera de Estados Unidos y escuchar el nombre de "Trump", nuestra mente asocia de inmediato, en términos semióticos, la idea de un imperialismo en plena vigencia.
El apoyo popular que reciben las grandes potencias por sus políticas imperiales no implica necesariamente una adhesión al belicismo. Pero, aunque mediatizados por múltiples factores, entre ambos posicionamientos hay vínculos evidentes.