La falta de consenso entre los miembros de la OEA ha debilitado su capacidad de acción, y muchos gobiernos han cuestionado su papel como mediador en conflictos regionales.
El regionalismo sudamericano enfrenta una coyuntura compleja, ya que, a pesar de las expectativas generadas por el regreso de Lula da Silva en Brasil, sigue la falta de claridad.
Tras casi una década, 11 presidentes han reunido en Brasilia con el propósito de reiniciar el diálogo regional, revisar la agenda y establecer las bases programáticas de una renovada Unasur.