La visión de una segunda marea roja en América Latina resultó de una lectura simplificada de la complejidad de los sistemas políticos surgidos de las últimas elecciones.
En Chile no hubo un vuelco del escenario político hacia la derecha porque de hecho no hubo una oleada progresista en el pasado con la elección de Boric.
América Latina constituye hoy, probablemente, el principal referente de la izquierda en el mundo. Pero es incierta la duración que tendrá esta nueva oleada de Gobiernos de izquierda que se han venido sucediendo durante los últimos años.
De confirmarse el triunfo electoral de Lula da Silva en Brasil, nos encontraremos frente a un panorama en el cual las cinco principales economías de la región estarán gobernadas por la izquierda.
A principios de 2023, casi toda la región volverá a estar gobernada por partidos y movimientos de la izquierda del espectro político, incluyendo a países que no participaron en la primera ola rosada como México, Colombia y Perú.