Panamá es uno de los eslabones más débiles en la cadena de la globalización cada vez más cuestionada que ahora el MAGA amenaza directamente para conseguir sus objetivos.
Treinta y cinco años después, la promesa de la democracia liberal de alcanzar un mayor progreso y bienestar contrasta con los males generales de la ciudad de Panamá.
Una posible solución, tanto al problema de desabastecimiento de medicamentos como a su alto coste en farmacias privadas, es la compra a través de organizaciones sin fines de lucro, como las agencias de Naciones Unidas.
La ampliación de la base de afiliados a la seguridad social requiere políticas que fomenten la formalización laboral, tanto en áreas rurales como en las informales urbanas.
Hasta septiembre de 2024 se ha dado un notable descenso en la llegada de inmigrantes por el Tapón del Darién, una rebaja del 35 %, lo que puede estar marcando un cambio de tendencia migratoria.
El país enfrenta una decisión crucial: continuar con su modelo de desarrollo basado en servicios radicada en ciudades como Panamá y Colón, o diversificar y fortalecer sectores como históricamente relegados.