La retirada de Estados Unidos del multilateralismo acelera la fragmentación del sistema interamericano y abre un escenario “postamericano” en el que China avanza sobre una gobernanza regional debilitada.
La nueva estrategia de Trump despliega una política de fuerza que reconfigura la seguridad regional y redefine la relación de Washington con América Latina.
La exigencia de perdón a España reaviva tensiones en la diplomacia mexicana, mientras la violencia interna y la narcopolítica cuestionan la coherencia y el rumbo de la política exterior del país.
Con recursos limitados pero objetivos claros, Moscú hizo de Nicaragua su enclave militar en Centroamérica, buscando proyectar influencia simbólica y desafiando el orden liderado por EEUU.
América Latina se enfrenta a su propia contradicción: condena la injerencia externa en Venezuela, pero guarda silencio ante el autoritarismo y la crisis democrática dentro del país.