Coautor Paulo Loiola
El evento de afiliación partidaria de Sergio Moro, ex juez de la Operación Lava Jato y ex ministro de Justicia de Jair Bolsonaro (sin partido), al partido político PODEMOS el 10 de noviembre en Brasilia, confirma las recurrentes especulaciones sobre sus ambiciones electorales. En su discurso de cincuenta minutos durante la afiliación, el tono de campaña fue evidente.
Hasta ahora, Moro es el candidato del partido para ocupar la famosa «tercera vía» en la disputa por el sillón presidencial en 2022. Algunos creen que la supuesta candidatura presidencial de Moro puede ser una «fórmula de ensayo» para que PODEMOS aumente su poder de negociación en la disputa. Y que el exjuez se postularía para un escaño en el Senado en el estado de Paraná.
Sergio Moro y las encuestas
Si será candidato presidencial o no, sólo el tiempo lo dirá. Los datos recientes de las encuestas realizadas por QUAEST/GENIAL revelan que Moro ocupa el tercer lugar en el escenario estimulado por el instituto, con un 8%. Un porcentaje muy modesto comparado con el actual 48% del expresidente Lula (PT) y el 21% de Jair Bolsonaro. Sin embargo, no es despreciable si se compara con el modesto 6% de Ciro Gomes (PDT), por ejemplo, que viene de una carrera presidencial en la que obtuvo el 12% de los votos, y que ya cuenta con un equipo de campaña dirigido por una estrella del marketing.
Sin duda, la filiación de Moro enciende una señal de alerta en las precampañas de los distintos candidatos de la «tercera vía» y, quizás más interesante, en el núcleo de Jair Bolsonaro. La participación de su ex ministro de Justicia en la misma contienda electoral obligará a Bolsonaro a batirse en duelo con la figura que contribuyó a la conquista de un nicho específico de su electorado en 2018, los partidarios de la Operación Lava Jato. Es cierto que ambos apuntan a un votante con un perfil ideológico a la derecha, por lo que la búsqueda de la conquista de este electorado, ya sea en la agenda de costumbres o en la agenda económica, obligará a ambos a atacarse mutuamente.
Además de disputar el público, también disputarán las bases partidarias. REPUBLICANOS, partido que ha sido parte de la base de Bolsonaro desde el inicio de su mandato también está en diálogo con Moro, el mismo efecto seguramente ocurrirá con los financiadores y con sus simpatizantes en general.
Al asumir la misión como precandidato, Moro realiza ataques al gobierno federal y pasa a buscar la atención del público. El movimiento actual apunta a influir en el debate sobre el Auxílio Brasil, un programa de ayuda social que sustituirá al Bolsa Família. El exjuez se ubica en la oposición al gobierno federal, compartiendo el espacio que hasta ahora ocupaban Lula y Ciro Gomes. Este último es uno de los grandes perdedores de la entrada de Moro en el juego, ya que potencialmente hace más difícil llegar a los votantes de centroderecha.
¿Qué dicen las redes sociales sobre la posible tercera vía?
Los datos de redes sociales de la consultora de Social Listening «The Strategy» -recogidos del 6 al 12 de noviembre- revelan que la afiliación de Sergio Moro a PODEMOS generó 18.600 posts, con un alcance de 10,8 millones de personas y 973.400 interacciones en las redes. Un número muy alto.
Sin embargo, si tenemos en cuenta la segmentación por redes sociales, observamos que el 91% del «ruido» se concentra sólo en Twitter. Se sabe que esta red concentra sobre todo a personas con gran interés en la política, además de periodistas, políticos y expertos. Se puede especular que el acontecimiento no tuvo mucha resonancia en las redes más populares para los ciudadanos de a pie, como Facebook, por ejemplo, donde hubo poco más de mil menciones al exjuez. En Instagram se identificó un número aún menor, sólo 155 menciones.
Aunque las menciones se concentran en Twitter, el mayor alcance encontrado fue en Facebook, llegando a 7 millones de personas y mostrando la adhesión de la plataforma en la vida de los brasileños.
Otro dato que llama la atención es que casi el 70% de las menciones proceden de hombres, y de ellos el 60% tiene entre 26 y 40 años, lo que dificulta la conquista del público femenino.
Siguiendo con la encuesta, también es importante señalar que gran parte de las menciones se debieron a las críticas recibidas por el candidato. Sin embargo, en la dinámica actual de las redes debemos entender que el hecho de que el candidato tenga muchas menciones ya es significativo, puesto que en términos de capilaridad electoral, se trata del famoso «habla mal, pero habla de mí», tan utilizado por Bolsonaro en el pasado.
La lista de ciudades en las que se identificaron las interacciones revela que el tema estaba muy concentrado en cuatro ciudades: São Paulo (1.520 menciones), Río de Janeiro (816), Belo Horizonte (314) y Curitiba (282). Así, a pesar de ser conocido a nivel nacional, dada su constante aparición durante la cobertura mediática de la Operación Lava Jato, la entrada oficial de Moro en la política aún no ha conquistado al país.
Sin embargo, no hay duda de que la entrada de Moro en la disputa política está agitando el tablero electoral. De hecho, su actuación en las redes ha resultado acertada y ya hay pruebas de una buena alineación partidista entre sus agendas de seguridad pública y su nuevo partido, PODEMOS, que también ha ido asumiendo estas agendas para sí.
Paulo Loiola, Máster en gestión pública por la Fundación Getúlio Vargas (FGV), estratega político y socio fundador de Baselab.cc, consultora especializada en estrategias innovadoras para campañas electorales y mandatos progresistas.
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Autor
Directora Ejecutiva de DataIESP y consultora de la UNESCO. Doctora en Ciencia Política por el Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Univ. Estatal de Río de Janeiro (IESP/UERJ). Consultora en encuestas electorales y estudios de mercado.