Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México
AMLO afirmó recientemente que “Por encima de la ley está la autoridad moral y la autoridad política del presidente”. Habría que recordarle que en una democracia el presidente es producto de las leyes y está para actuar bajo su techo y defenderla, no al revés.
En las llamadas “elecciones más grandes de la historia” que tendrán lugar el 2 de junio hay un jugador en las sombras que está actuando abiertamente. Y es probable que se haga más visible conforme avance la campaña electoral.
México transita desde un sistema democrático representativo hacia una autocracia de izquierda populista sui generis y en este marco se celebrarán las elecciones concurrentes más copiosas de la historia del país.
En este proceso electoral hay un actor beligerante: el crimen organizado que todos los días da lo nota en diversos estados con sus asaltos, incendios y extorsiones.
En sociedades democráticas el papel de los medios de comunicación resulta estratégico para conocer las tramas de corrupción transparencia y rendición de cuentas en política.
El pasado 11 de junio, el Consejo Nacional de Morena se reunió en la Ciudad de México para legitimar el mecanismo mediante el cual se elegirá al candidato a la Presidencia.
Los ministros de la Corte han desechado esta semana la primera parte del plan de López Obrador para la reforma electoral y han dado la razón jurídica a la oposición.