Profesora asistente del Departamento de Estudios Políticos de la Facultad de Gobierno, Universidad de Chile, e investigadora asociada del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).
La elección chilena de 2025 quedó marcada por el avance simultáneo de las derechas radicales y del populismo anti-élite, dos ejes que reordenan el mapa político y desafían a los partidos tradicionales.
Coautor Nicolás Selamé
Si bien hasta hace unos meses se daba por descontado que esta consulta arrojaría un resultado favorable a la propuesta de la Convención, hoy el panorama ha cambiado: diferentes encuestadoras apuntan a un avance a favor del rechazo.
Hasta hace pocos años, la política chilena era predecible. Pero tras las movilizaciones de 2019 la volatilidad se ha hecho presente de manera que, a pocos días de las elecciones, todo pronóstico sobre quiénes competirán en una segunda vuelta (en particular quien ocupe el segundo lugar) resulta arriesgado.
El 25 de octubre, Chile enfrentará su elección más importante desde 1988, cuando mediante un plebiscito se inició la transición a la democracia. Tras la crisis del 2019, en 2020 nuevamente la ciudadanía podrá decidir si iniciar un proceso para reemplazar la constitución heredada del régimen de Pinochet.