Las restricciones migratorias y políticas educativas de Trump amenazan con frenar la circulación global de conocimiento, afectando especialmente a América Latina y su integración al desarrollo científico internacional.
Aunque se presentan como democráticas, algunas prácticas de consulta esconden tras su fachada mecanismos autoritarios que buscan perpetuar en el poder a ciertos individuos o proyectos.
Un diagnóstico erróneo conlleva a una interpretación sesgada de la realidad que debilita los argumentos y en algunos casos incide en la percepción de la ciudadanía.
Lo que está en juego con el proyecto trumpista es la realización del potencial de autocratización y, en última instancia, el derecho a ser ciudadano estadounidense.
Ese tipo de políticos enamoran, no porque sus votantes esperen cambios significativos en los aspectos sustantivos de sus vidas, sino porque su función principal es la de castigar al establishment.