Los pueblos tradicionales desempeñan un papel esencial en la defensa de sus territorios y recursos naturales contra actividades ilegales, como la deforestación y la minería.
Los suelos son la base silenciosa de nuestras sociedades y definen nuestras culturas. Más que un recurso, los suelos son un reflejo de nuestra relación con la naturaleza.
Los servicios ecosistémicos, que son los beneficios que la naturaleza proporciona a las personas, dependen de la conservación, el uso sostenible y la restauración de la naturaleza.
Con una gobernanza sólida y alianzas público-privadas, América Latina y el Caribe tiene el potencial de liderar la transición hacia una economía azul sostenible.