La verdadera inclusión implica respetar la diversidad de visiones y permitir que los pueblos indígenas sean los protagonistas de su propio desarrollo, sin imponerles modelos de conservación.
La COP16 trajo al debate sobre la conservación de la biodiversidad discusiones y reflexiones, aún en proceso de construcción, que han sido abordadas por el campo de estudio denominado “construcción de paz ambiental”.
El Gran Chaco Sudamericano es capaz de absorber grandes cantidades de gases de efecto invernadero de la atmósfera y albergar una rica diversidad biológica y cultural.
El papel del páramo en la provisión del agua para el continente no es solamente fundamental desde el punto de vista ecológico, sino también social y económico.
La comunidad internacional ha reconocido que la pérdida de biodiversidad y el cambio climático se refuerzan mutuamente, pero los gobiernos del mundo no han avanzado lo suficiente para encontrar una solución.
Uno de los grandes logros del evento fue la creación de un órgano para pueblos indígenas y comunidades locales, así como el reconocimiento de pueblos afrodescendientes como custodios de la biodiversidad.