El avance del crimen organizado en América Latina amenaza no solo la seguridad, sino las bases mismas del desarrollo humano y la democracia en la región.
Con la evolución y diversificación de nuevos mercados ilícitos, la capacidad corruptora de las redes criminales desafían la supervivencia de las instituciones democráticas.
En la era digital, las bandas criminales han encontrado en TikTok una poderosa herramienta de seducción, apelando a emociones y símbolos para reclutar jóvenes.
Si bien la actual administración ha mostrado voluntad de reconocer el problema, desde la administración anterior, en la que no hubo encuentros con las madres ni colectivos, la narrativa oficial se ha encargado de minimizar la tragedia.
Se debe fortalecer los marcos regulatorios y la cooperación internacional para combatir eficazmente estas amenazas a la estabilidad económica y social de Latinoamérica.
La militarización de la seguridad interna se justificó como respuesta a la grave ola de violencia que convirtió al 2023 en el año más violento de la historia del país.