La ONU tiene en 2026 la oportunidad histórica de elegir por primera vez a una mujer como Secretaria General, rompiendo 80 años de exclusión. América Latina cuenta con líderes calificadas que pueden aportar legitimidad, igualdad y un liderazgo transformador.
El desmantelamiento de ministerios de la Mujer en América Latina revela una peligrosa señal: la igualdad de género se está relegando a un tema prescindible.
Cuando los padres eligen no tomarse el tiempo que la ley les otorga para cuidar de sus hijos recién nacidos, envían —intencionalmente o no— un mensaje claro: que el cuidado infantil sigue siendo responsabilidad principal de las mujeres.
Lejos de marcar el comienzo de una nueva era de justicia de género, el gobierno de Sheinbaum ha supervisado recortes presupuestarios devastadores a los servicios para mujeres.
El movimiento antifeminista está profundamente vinculado con grupos religiosos, principalmente cristianos, partidos de ultraderecha y plataformas digitales que difunden desinformación sin control.
Hay que desarrollar marcos jurídicos más robustos, asignaciones presupuestarias con perspectiva de género y políticas públicas que realmente apunten a transformar las condiciones estructurales de desigualdad.