La mejor vía para detener el incremento de temperatura global es reducir la acumulación de dióxido de carbono, pero los negacionistas y gobiernos que podrían conducir el cambio no están dispuestos a hacer el sacrificio.
En Brasil, el 85% de las declaraciones ambientales realizadas por los productos tecnológicos analizados son greenwashing lo que evidencia el giro conservador del sector.
Con una gobernanza sólida y alianzas público-privadas, América Latina y el Caribe tiene el potencial de liderar la transición hacia una economía azul sostenible.
La COP16 trajo al debate sobre la conservación de la biodiversidad discusiones y reflexiones, aún en proceso de construcción, que han sido abordadas por el campo de estudio denominado “construcción de paz ambiental”.
Uno de los logros más significativos de la COP16 fue la creación de un órgano subsidiario permanente que permitirá a los pueblos indígenas y comunidades locales tener una voz directa en las negociaciones.
En su intento de posicionar a Brasil como un líder global en la acción climática, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumió el ambicioso compromiso de poner fin a la deforestación para 2030.