El sargazo, antes refugio de biodiversidad, hoy asfixia costas del Caribe y amenaza la salud pública, pero también abre la puerta a innovaciones sostenibles que podrían transformar la crisis en oportunidad.
Frente a la crisis planetaria del Antropoceno, las respuestas más potentes no vienen de las cumbres globales, sino de los territorios que reinventan el futuro desde abajo.
La mejor vía para detener el incremento de temperatura global es reducir la acumulación de dióxido de carbono, pero los negacionistas y gobiernos que podrían conducir el cambio no están dispuestos a hacer el sacrificio.
En Brasil, el 85% de las declaraciones ambientales realizadas por los productos tecnológicos analizados son greenwashing lo que evidencia el giro conservador del sector.
Con una gobernanza sólida y alianzas público-privadas, América Latina y el Caribe tiene el potencial de liderar la transición hacia una economía azul sostenible.