Con el auge de la digitalización, tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial están redefiniendo el panorama educativo global. Sin embargo, el problema de la brecha digital sigue siendo grave, especialmente en los países del hemisferio sur, donde el proceso de digitalización ha exacerbado las desigualdades educativas. Las raíces de esta brecha son complejas e incluyen diferencias nacionales, falta de consensos globales, conflictos de intereses y tensiones geopolíticas.
Desde mediados del siglo XX, los países del «Sur Global» han promovido el crecimiento económico a través de la cooperación regional y la colaboración tecnológica, desempeñando un papel destacado en el escenario internacional. En la era de la digitalización y la inteligencia artificial, estos países deben intensificar la cooperación tecnológica y el intercambio de recursos para reducir las desigualdades educativas y mejorar la calidad de la educación.
La colaboración en el ámbito educativo digital entre América Latina y el Caribe (ALC) y China se ha convertido en un modelo ejemplar para el mundo. En 2023, el Foro de Cooperación en Tecnología Digital China-ALC se celebró en Chongqing, donde se presentó la «Iniciativa de Chongqing», que tiene como objetivo profundizar la cooperación entre ambas partes en áreas clave como educación, salud y agricultura.
En noviembre de 2024, durante la 31ª Reunión Informal de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, instó a los países a unirse a la «Iniciativa de Cooperación Global para el Flujo Transfronterizo de Datos», promovida por China, para garantizar un flujo de datos seguro y eficiente que permita que los beneficios de la digitalización lleguen a todo el mundo.
Logros de la cooperación en el ámbito educativo digital
En primer lugar, se debe considerar la Alianza Global para la Educación en Línea y los MOOC. En 2020, el Ministerio de Educación de China lideró la creación de la Alianza Global para la Educación en Línea y los MOOC, lanzando las plataformas internacionales de enseñanza online “iCourse” y “XuetangX”. Estas plataformas ofrecen cursos en múltiples idiomas y fomentan programas educativos integrados a nivel global, permitiendo a los estudiantes participar en experiencias de aprendizaje en línea y explorar el reconocimiento mutuo de créditos. En 2024, el Instituto Tecnológico de Monterrey en México, tras la Universidad de Chile, se unió a la alianza, ampliando aún más su impacto.
En segundo lugar, podemos considerar los Talleres Luban que constituyen un reconocido programa internacional de educación vocacional impulsado por el municipio chino de Tianjin. Estos programas adoptan un modelo de colaboración entre gobierno, instituciones educativas y empresas. Este enfoque combina la integración transnacional de la educación y la industria, involucrando a docentes bilingües y expertos técnicos para lograr un equilibrio entre la internacionalización y la adaptación local. Hasta 2024, se han establecido 21 talleres Luban en 20 países de Asia, Europa y África. En diciembre de 2024, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos del Perú formalizó un convenio con la Universidad Abierta de Chongqing y la empresa china CETC International Co., Ltd. para operar el primer Taller Luban en Sudamérica, fortaleciendo la cooperación en infraestructura y economía digitales.
En tercer lugar, podemos destacar el Programa «Semillas del Futuro» de Huawei que forma parte de la responsabilidad social empresarial de Huawei para jóvenes y busca desarrollar talento en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), especialmente en mujeres, mediante becas, concursos académicos y formación online. Desde su inicio en ALC en 2014, ha abarcado unos 20 países de la región y ha formado a más de 2,100 estudiantes. Huawei también ha colaborado con más de 450 universidades en la región, ofreciendo cursos con certificación y destacando en competiciones globales de TIC.
Desafíos y perspectivas de la cooperación en educación
A pesar de los logros, las diferencias en los sistemas normativos y las etapas de desarrollo entre los países de ALC presentan desafíos para la coordinación e implementación de políticas. Las disparidades en regulaciones sobre protección de datos y ciberseguridad, así como la digitalización desigual en la gobernanza educativa, dificultan la cooperación.
Para enfrentar estos retos, ALC y China deben seguir fortaleciendo su colaboración mediante medidas como la cooperación tecnológica y transferencia de conocimientos. Esto implica promover tecnologías digitales inclusivas y adaptables para apoyar la transformación educativa digital en los países de ALC.
Otra propuesta relevante es la creación de plataformas de cooperación que permitan establecer plataformas regionales o internacionales para la investigación y aplicación de tecnologías digitales, concentrando recursos científicos y ofreciendo soluciones educativas inteligentes.
Para terminar, es necesario fomentar la participación en la creación de estándares globales. Esto supone participar activamente, bajo el marco del Sur Global, en la formulación de estándares para la educación inteligente, desarrollando sistemas autónomos de gobernanza de datos y reforzando la voz de los países del sur en el ámbito internacional.
A través de estas iniciativas, China y ALC podrán superar juntos la brecha digital, promoviendo la equidad y la calidad educativa, y construyendo un futuro sostenible en la era digital.
*Este texto fue publicado originalmente en la web de REDCAEM