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O que é a geopolítica?

La geopolítica se aplica hoy a casi todo, pero su uso frecuente viene cargado de enfoques limitados y prejuicios que empobrecen el análisis en lugar de enriquecerlo.

De haber estado ausente, casi ignorada, durante décadas, la palabra geopolítica renace en popularidad mundial. Un factor importante en lo que respecta al creciente uso del concepto geopolítica fue la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, a partir de cuando se empezaron a hacer comunes títulares como ‘El retorno de la geopolítica’. 

Hay ahora geopolítica para todo, dese análisis de movimientos sociales o empresas hasta estudios sobre relaciones internacionales y económicas, en lo global. Pero el problema es que el uso del concepto geopolítica se usa, en general, con enfoques limitados y prejuiciosos.

Lo limitado lo vemos en el frecuente uso de ‘geopolítica’ como sinónimo de ‘conflicto’ o ‘rivalidad’. Desde esta visión, la geopolítica se asocia con guerras (armada o comercial), armamentismo, proteccionismos o control de recursos naturales. Lo prejuicioso está en el legado desde la segunda guerra mundial, donde geopolítica se iguala a fascismo, imperialismo, nacionalismo, expansionismo o militares autoritarios. Sin embargo, el origen de la geopolítica es otro.

La palabra geopolítica no proviene de una gran potencia. Fue acuñada en 1899 por el politólogo sueco Rudolf Kjellén (1864–1922), catedrático en la Universidad de Uppsala, Suecia. Kjellén estaba interesado en cuestiones globales y escribió lo que quizás fuera el primer estudio sobre las grandes potencias mundiales. La exposición más profunda de su concepto de ‘geopolítica’ se encuentra en su obra ‘El Estado como forma de vida’, publicada en 1916. Kjellén buscaba crear una ‘teoría del Estado’, a quien le atribuía un papel decisivo en la organización y la comunidad humana. Para él, los Estados existen en un sistema jerárquico en el que actúan para maximizar sus necesidades, donde la geopolítica es la dimensión territorial de la acción del Estado sobre su marco geográfico. No obstante, según Kjellén, esta es solo una de las distintas dimensiones en la acción del Estado, junto con la ‘etnopolítica’, la ‘política económica’ y la ‘sociopolítica’, entre otras, como ser la ‘biopolítica’.

Hubo otros investigadores contemporáneos que también analizaron la relación entre espacio (territorio) y poder. Uno de ellos fue el geógrafo británico Sir Halford Mackinder, quien en 1904 presentó su ‘teoría del heartland’, donde sostiene que el control de Eurasia es clave para la dominación mundial. Otros fueron el geógrafo francés Paul Vidal de la Blache, que acercó los estudios geográficos al campo de la geografía histórica y económica, o Alfred Thayer Mahan, de Estados Unidos, con su famoso texto The Influence of Sea Power upon History (1890). Ninguno de ellos mencionó la palabra geopolítica. Tampoco lo hizo la fuente de inspiración de Kjellén, el geógrafo alemán Friedrich Ratzel. Al igual que Kjellén, evitó una clasificación racial categórica y prefirió hablar de “civilizaciones”, cuyo anhelo por un espacio óptimo —Lebensraum— se resuelve mediante una constante adaptación al hábitat.

La visión negativa de la geopolítica toma fuerza después de la Segunda Guerra Mundial. Durante los años 30, el concepto fue ampliamente utilizado por el geógrafo militar alemán Karl Haushofer  y fue parcialmente adoptado por el pensamiento estratégico nazi, especialmente a través del concepto de lebensraum, vinculado a la biología racial y a la supuesta superioridad civilizatoria blanca. Aunque Kjellén nunca utilizó ese enfoque, la geopolítica quedó asociada con el nazismo y el imperialismo. Los estudios de Kjellén nunca fueron reconocidos ni abordados por expertos posteriores en política internacional como Hans Morgenthau o Kenneth Waltz. La perspectiva de Morgenthau se convirtió en una guía a seguir, en la visión negativa sobre la geopolítica, que el veía como determinista y peligrosa, apta para mitos no científicos.

Durante la Guerra Fría hubo expertos que utilizaron una perspectiva territorial para realizar análisis centrados en la seguridad. Dos ejemplos conocidos son Henry Kissinger y Zbigniew Brzeziński. Ninguno de ellos citó a Kjellén ni su enfoque geopolítico. Esto sí ocurrió en América Latina, donde la geopolítica se desarrolló desde la década de 1920 y se profundizó con nuevas perspectivas, orientada desarrollo y la integración regional. El enfoque era fortalecer al Estado en su esfuerzo por construir los debilitados estados naciones, lograr autonomía y contrarrestar una posición de subordinación en el sistema internacional, profundizando la conexión entre estado, industrialización y regionalismo.

Desde los años 90 ha emergido un nuevo discurso geopolítico en lo que se denomina “geopolítica crítica”. Esta surge como una reacción a enfoques más tradicionales dentro de las relaciones internacionales, partiendo de la idea de que la geopolítica no es una descripción neutral u objetiva del mundo, sino más bien una práctica socialmente construida. La geopolítica crítica, a través de investigadores como John Agnew, cuestiona los relatos coloniales, así como la forma en que Occidente se presenta frecuentemente como norma. Su alternativa es centrarse en cómo el lenguaje, las imágenes y las narrativas se utilizan para crear imaginarios geográficos, y cómo el poder y la identidad se forman a través del discurso geopolítico.

Es positivo que la ‘geopolítica’ se haya convertido nuevamente en un concepto aceptado para análisis sociales y económicos. Pero conviene tener presente que, al igual que otros conceptos de las ciencias sociales, es una palabra polisémica. Es decir, puede abordarse desde distintas perspectivas, dependiendo de la pregunta y el propósito. Dos lecciones positivas que podemos aprender del origen sueco y la contribución latinoamericana en la geopolítica son, evitar determinismos y considerar la geopolítica en relación compleja con otras dimensiones analíticas. La otra es ver a las unidades geopolíticas, como ser los Estados, como parte de un sistema global, en el que la búsqueda de autonomía y desarrollo puede funcionar como contrapeso al imperialismo y superación de subordinación periférica. 

*Sobre el origen del concepto geopolítica puedes encontrar más en el siguiente libro: Territory, State and Nation,de  The Geopolitics of Rudolf Kjellén, de Ragnar Björk y Thomas Lundén.

Autor

Otros artículos del autor

Historiador econômico e professor sênior de Estudos Latino-Americanos no Instituto Nórdico de Estudos Latino-Americanos da Universidade de Estocolmo. Pesquisa questões de geopolítica e desenvolvimento.

Professor (emérito), Centro de Estudos do Báltico e do Leste Europeu (CBEES), Universidade de Södertörn, Suécia.

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