Cientista político. Profesor e investigador de la Universidad San Francisco Xavier (Sucre, Bolivia). Doctor en Ciencias Sociales con mención en Estudios Políticos por FLACSO-Ecuador.
Rodrigo Paz sorprendió al ganar la primera vuelta en Bolivia con un discurso moderado y económico inclusivo, frente al desgaste de la derecha dividida y la debacle histórica del MAS.
En medio de una crisis económica, un tribunal electoral desacreditado y una fragmentación política extrema, Bolivia se encamina a unas elecciones incapaces de resolver las tensiones que amenazan con desbordar al país.
La Bolivia actual evidencia un Estado debilitado, cooptado por redes ilegales y sin capacidad para hacer cumplir la ley en vastos territorios del país.
De cara a las elecciones, una buena parte del poder se repartirá entre las tres facciones del MAS, cuyos principales líderes ven cómo sus opositores se destrozan y anulan mutuamente.
La promesa de la modernidad, de que la tecnología nos podía cambiar la vida y hacernos más felices y prósperos, está en crisis. Hoy contamos con información como nunca antes, pero nuestra comunicación y nuestro aprendizaje no han mejorado un ápice.
Las elecciones judiciales no despiertan expectativa porque la gente está persuadida de que, gane quien gane, la justicia no se hará más competente, más rápida y más honesta sino todo lo contrario.
Todo golpe necesita un cierto grado de aprobación de la ciudadanía para ser exitoso, un mínimo nivel de legitimidad del que la movida de Zúñiga carece.