Profesor asistente de Ciencia Política en la Universidad Carnegie Mellon. Especializado en comportamiento presidencial y en el estudio comparado de las instituciones políticas en América Latina. Más información en www.ignacioarana.org
Estados Unidos es la única democracia presidencial donde los votantes no escogen directamente a quien ocupará el sillón presidencial, sino que lo hace un Colegio Electoral.
Coautora Carolina Guerrero
Este domingo la ex primera dama de Guatemala, Sandra Torres, podría profundizar el éxito electoral de las ex primeras damas en América Latina si se convierte en presidenta.
Con el anuncio de que irá a la reelección en 2024, el presidente más popular del continente se acerca al panteón de líderes latinoamericanos que eludieron las constituciones nacionales para gobernar por más tiempo.
Las recientes elecciones presidenciales en Chile sugieren una desconexión del principal candidato de izquierda con la clase baja, donde el candidato de extrema derecha goza de una fuerte popularidad.
Nayib Bukele recurrió al viejo recurso latinoamericano de violar la constitución para quedarse más tiempo en el poder. Y lo hizo coincidir con su experimento de legalizar el bitcoin para distraer a la prensa internacional.
Electo en una democracia en dificultades, en menos de dos años ha logrado subyugar a los otros dos poderes del Estado. Este año, Bukele se prepara para constitucionalizar la deriva autoritaria de su gobierno cuando en septiembre revele su proyecto de reforma constitucional.