El fenómeno de la desinformación no es una novedad. Lo que lo distingue en la actualidad estriba en la presencia omnipresente del internet y las redes sociales, las cuales han transformado radicalmente la forma en la que accedemos a la información.
El riesgo de la polarización es que genera una fractura social que nos podría llevar a un resultado de todo o nada. El voto no sería por el apoyo o rechazo a una plataforma política, sino una herramienta para silenciar aquellas voces con las que diferimos.
En la actualidad, los regímenes autoritarios ajustan sus tácticas de opresión y restricción de la libertad para adecuarse a la era digital en su esfuerzo por socavar las instituciones democráticas y afectar el intercambio de ideas.
Coautores Bruno Ferreira y Ester Athanásio
Según una encuesta reciente, el discurso de odio difundido en Internet ha crecido en los últimos años en Brasil, con especial énfasis en la discriminación religiosa, xenofobia y neonazismo.
La incorporación de la inteligencia artificial en la estrategia publicitaria ha supuesto el incremento notable de desinformaciónm con el hiperrealismo actual.
El discurso del odio genera engagement, un fenómeno medible por la interacción de los usuarios de la red, y produce datos que engordan el big data de las grandes plataformas.