Cientista político. Profesor asociado de la Univeridad de Buenos Aires (UBA). Doctor en América Latina Contemporánea por el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset (España).
La elección legislativa en Argentina ha dejado tres hechos fundamentales: el triunfo opositor a nivel nacional, la pérdida de la mayoría por parte del oficialismo en el Senado Nacional y la “derrota pírrica” del oficialismo en la provincia de Buenos Aires.
Entre un clima global adverso para los oficialismos y los malos resultados en diferentes materias, el gobierno argentino ha sufrido una tormenta perfecta en las reciente elecciones internas.
A partir del conflicto del 2008, comenzó a incrementarse en Argentina la violencia simbólica. Hubo un retorno de la confrontación que trajo aparejada la emergencia de expresiones que exacerban las divisiones de la sociedad como “la grieta”.
¿Se transformará la coalición oficialista Frente de Todos en un frente de todos contra todos? ¿Logrará la alianza opositora Juntos por el Cambio preservar su unidad en la diversidad? Parecería que en Argentina estamos en presencia de un presidencialismo de colisión más que de coalición.